Balcón de toros
El 13 de julio de 1657 se planteó la construcción de un nuevo edificio para la reunión de las juntas, se le otorgó al arquitecto francés Juan de Raón, pero el proyecto falló por la poca profundidad de los cimientos. En 1683 se decidió trasladar este edificio semiderruido a la Plaza del Coso y emplearlo como balcón de toros, aunque se le añadieron algunos elementos, debido a la necesidad ineludible de tener un lugar para que los ediles presenciaran los espectáculos taurinos.
La obra, al exterior, está en función de una galería con balcones sobre un pórtico. De estilo barroco, goza de un gran equilibrio por la simetría los huecos y de una gran diafanidad y transparencia.
La fachada principal es enteramente de sillería. Se compone de dos cuerpos con arquerías de medio punto sobre pilares, el bajo en forma de soportales y el superior provisto de balcones. Un largo balcón central es para las autoriades y los de los extremos, algo retranqueados, para los músicos, médicos y cirujanos. En lo alto, encajado en la clave del arco central, colocaron el escudo de la ciudad, y a ambos lados emergen torrecillas de ladrillo. Un alero en voladizo, provisto de hermosos canes y adornos de querubes, roleos y cogollos, protege el edificio.